Tu bebé descubre el mundo probándolo. Descubre por qué la alimentación complementaria es una experiencia que estimula los sentidos de tu hijo y la importancia de los colores y texturas de los alimentos en esta etapa.
Ver cómo tu bebé descubre el mundo y se asombra ante cada estímulo nuevo es una de las experiencias más maravillosas de la maternidad. Exponer a tu hijo a estímulos sensoriales positivos durante sus primeras semanas de vida favorece la relación entre su cuerpo y el entorno; por lo que, las caricias, masajes, los objetos de diferentes texturas y colores, son fundamentales para la estimulación y desarrollo de tu bebé.
Hablemos de integración sensorial…
Empezar por definir qué es la integración sensorial nos ayudará a ver cómo los estímulos juegan un papel fundamental en el inicio de la alimentación complementaria.
La integración sensorial es el uso de las sensaciones externas (o estímulos externos) para la realización de actividades de la vida diaria. Con relación a la alimentación complementaria el cerebro del bebé organiza las sensaciones externas para realizar las acciones necesarias para la alimentación; por ejemplo, abrir la boca, masticar, coger un trozo de alimento con la mano y llevarlo a la boca.
¿Qué quiere decir esto? Exponer a tu bebé a diferentes texturas, sabores, olores y colores en los alimentos son excelentes estímulos que lo ayudan, no solo desde la parte nutricional, sino también desde la parte sensorial, para favorecer el proceso de la alimentación complementaria.
La magia de los colores y las texturas en la alimentación complementaria
La alimentación complementaria es una gran aventura, ver cómo tu bebé explora y disfruta los alimentos te dejará grabado en la memoria momentos inolvidables.
Los colores de los alimentos son parte importante de esa experiencia; estos estimulan la visión, e indirectamente le ayudan a mejorar su motricidad fina, debido a su atracción tu bebé intentará tomar los alimentos coloridos, esto ayuda a perfeccionar su pinza. Aprovecha los colores para “tentar” la curiosidad innata de los niños y centrar su atención en los alimentos.
Por su parte, las texturas cumplen una doble función al estimular el tacto y el gusto. Jugar con las texturas de los alimentos en esta etapa te ayudará a mejorar en tu hijo la tolerancia de los alimentos nuevos, demorar la sensación de llenura durante los momentos de alimentación y estimular la masticación.
Consejos para incluir texturas y colores en la alimentación de tu bebé:
- Ofrécele los alimentos en un plato blanco para resaltar los colores de las frutas y verduras.
- Los cambios en las texturas puedes irlos haciendo de forma progresiva.
- No te desanimes con los rostros de disgusto, es normal que tu bebé haga caras ante la introducción de nuevos sabores y texturas.
- Presenta los alimentos de forma agradable y combina los alimentos para que ofrezcas varios colores dentro del mismo plato.
- No permitas otros elementos distractores al momento de la comida para que tu bebé centre su atención en los alimentos que le estás presentando y explore los colores, sabores y texturas que hay en su plato.
La alimentación complementaria es una experiencia en la que tu bebé va a involucrar todos los sentidos, la importancia de ofrecerle variedad de alimentos no solo radica en lograr una adecuada nutrición, también se relaciona con los estímulos que recibe.
En esta etapa tu bebé inicia su biblioteca de memoria de los sabores y comienza a relacionar los sabores con los colores y con las formas.
Acá te hacemos recomendaciones de utensilios o elementos necesarios para iniciar este bello proceso de la alimentación complementaria
Recuerda que la alimentación complementaria es un proceso maravilloso. El amor y la paciencia son la guía para que tu hijo descubra los sabores y alimentos, a su propio ritmo y sin obligarlo; tu bebé conoce el mundo “probándolo” acompáñalo en esta gran aventura.
Dra. Victoria Álvarez
Pediatra
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