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Cómo formar un equipo entre mamá y papá de un bebé prematuro

¡Un gran equipo! Mamá y papá son un coequipero en este proceso de tener un bebé canguro. Conoce cómo lograr un trabajo en equipo para que tu pequeño crezca sano.

Prematuro o no todos contamos con un papá y una mamá que nos trae a este mundo; algunos contamos con la alegría de tenerlos a los dos en el camino de la vida y para aquellos que no gozan de su total compañía con seguridad su mamá o papá hacen enormes esfuerzos por suplir las necesidades de sus pequeños.

Compartiré mi experiencia y la de mis hijos; he tenido bebé prematuro extremo canguro, por cierto, y he tenido la fortuna de tener al mejor coequipero del camino ¡Su papá!

Un buen coequipero durante la espera del nuevo miembro de la familia

Esta buena sinergia nace desde el momento en que se planea un hijo, cuando se sella con un abrazo el anuncio de la prueba positiva; y, por supuesto, se consolida en el día a día durante el embarazo.

En el transcurso de los meses de embarazo cada síntoma, mareo, náusea y antojo viene acompañado del apoyo, complacencia y en ocasiones también el malestar, del papá. En esta etapa aún no sabe que será prematuro, pero está presente en la primera ecografía y se emociona al escuchar el primer latido de su corazón, que es el resultado del amor entre él y yo.

El papá que es un buen coequipero también va a los controles con mamá, espera con impaciencia los resultados del tamizaje y brinda su apoyo psicológico y emocional. Él también se alarma cuando hay un síntoma extraño y hay que ir a urgencias. Todo esto es la definición de trabajo en equipo antes de tener a nuestro bebé canguro en brazos.

¡Ha nacido un bebé prematuro!

Empecemos dejando claro que nadie se prepara para ser papá o mamá canguro porque la mayoría, aunque estemos advertidos, siempre guardamos la esperanza de que nuestro embarazo sea a término. Por eso es que esta carrera de padres prematuros y canguros se hace en tiempo real, no se elige cuándo te toca vivir esta experiencia y no se puede reprobar.

Hay que aprender y actuar con básicas pero vitales instrucciones, a exceder tu amor, a tener brazos fuertes y emanar todo el calor posible para abrigar a este ser. También debes pasar la noche en vela, estar en alerta, dejar el cansancio atrás, vivir el hoy, pero cuidar el mañana. Tu pecho se convierte en incubadora y suplir al vientre de mamá en condiciones externas a ella.

 

¡Papá es todo un héroe!

Papá es a quien le toma por sorpresa ese prematuro nacimiento. Aunque mamá es quien tiene lo síntomas y pide ayuda para llegar pronto a la clínica, papá es quien aún sin sentir nada entiende y actúa de forma inmediata batallando con su corazón y razón para no enloquecer del susto.

Papá es quien atraviesa la clínica, sale a la calle, compra pañales, crema, incluso esa primera muda que aún no estaba lista y lo que se necesite para esas primeras semanas de vida. A diferencia de mamá, lo único que no logra hacer papá es alimentarlo de su pecho, que tal vez si pudiera lo haría sin reparo.

Papá y mamá casi que cumplen el mismo papel y es tal el empoderamiento que logras confundir el rol de los dos, porque se hacen uno solo para dar lo mejor de sí en pro de esa pequeña vida que resume la suya.

Papá es quien consiente a mamá, la llena de cuidados, pues sabe que su bienestar es el bienestar del bebé; papá es quien está en vela mientras ella descansa, es quien conduce a la clínica para las visitas diarias, es quien sufre en silencio sin hacer comentarios para no alterar los sentimientos de madre.

 

Papá es quien pide el reporte oficial (no importa las noticias que sean) ante la UCI para saber si todo está bien, para aterrizar la realidad de los hechos. Papá es quien se acerca a decirte con sonrisa extrema que toda marcha a la perfección para calmar tu corazón.

¡Un coequipero en casa!

Al llegar a casa, ese coequipero sí que cobra valor; el pecho genera un calor canguro inigualable, un poder de calentamiento que recobra gramos de amor en el bebé y papá es un centinela del sueño y del cansancio de mamá y de su hijo.

Él es un gran héroe a la hora de cambio de cánula, manejo de oxígeno, control de medicamentos, apoyo a la hora del baño, pañal y en casa salen a relucir sus dotes de cocinero, de “amo” de casa. También se toma el trabajo de tener todo en orden para minimizar esfuerzos y preocupaciones de mamá, pues sabe que tiene con seguir gestando en brazos al amor de su vida, su propio hijo.

Siempre se dirá que es mamá, pero hay que reconoce que también papá es un ¡gran héroe canguro!

 

Ana Milena Arbelaez

¡Levanta la mano si tú también eres un papá canguro! Déjanos en los comentarios tu experiencia ¡Queremos conocerte!



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